#PANAMAPAPERS Los negocios de Lúcar con Mossack Fonseca Firma quiso evitarle a periodista peruano el pago de impuestos por su sueldo en Lima

Patricia Vélez Santiago - Univisión

11 de Abril del 2016

Nicolás Lúcar y su esposa manejaron las finanzas del talk show peruano Señora León a través de una empresa offshore en las Islas Vírgenes Británicas. La sociedad transfirió US$15 mil por asesoría financiera a firma de alto ex funcionario tributario de Perú. Periodista niega irregularidades.

En octubre de 2005, la productora televisiva de Perú Tafi Producciones trabajaba a toda marcha en el talk show  “Señora León”, conducido por la actriz y cantante mexicana Laura León.

La gerente de Tafi, Frances Crousillat, había logrado venderlo en el exterior a través de un acuerdo con la firma Frecuencia Latina International Inc, subsidiaria del canal peruano Frecuencia Latina, en cuyos estudios de Lima se grabaría el programa.

El objetivo era replicar en el mercado hispano de Estados Unidos y en otros países latinoamericanos el éxito logrado por otro talk show peruano conocido por las cachetadas y sillas que volaban en el set: el de Laura Bozzo.

Meses después, para la primavera de 2006, "Señora León" se estrenaba en las pantallas. En ese momento, Crousillat y su esposo, el conocido periodista Nicolás Lúcar, contactaron al bufete panameño Mossack Fonseca, situado hoy en el ojo del huracán tras la filtración de millones de documentos que desnudaron los entramados de cientos de empresas offshore creadas en paraísos fiscales.

El matrimonio quería abrir una cuenta en un banco en Panamá a nombre de Chester Investments Assets Ltd., una sociedad creada en diciembre de 2004 en las Islas Vírgenes Británicas, archipiélago caribeño conocido por sus laxos controles financieros.

Chester Investments Assets –también controlada por el matrimonio- había encargado a Tafi –cuya gerente general era Crousillat- la realización del programa.

“Please cotízame todo para pagarte por delante (sic), se necesita la cuenta PARA AYER!!!”, escribió el 29 de marzo de 2006 Mónica de Ycaza, la representante de Mossack Fonseca en Perú, al abogado Ramsés Owens.

El 29 de marzo de 2006, Mónica de Ycaza, la representante de Mossack Fonseca en Perú, pidió la apertura de una cuenta de banco en Panamá a nombre de Chester Investments Assets.

En el papel, Chester Invesments Assets era dirigida en ese momento por otra sociedad, Parkridge Ltd, con Francis Pérez y Leticia Montoya -la oficinista que figura como directora de casi 11,000 empresas- como firmantes.

Los nombres de Lúcar y su esposa no figuraban públicamente como beneficiarios de la empresa.

Sin embargo, las instrucciones para sacar o ingresar dinero en la cuenta de esa empresa las daban Lúcar y Crousillat desde Lima, de acuerdo a la correspondencia interna de Mossack Fonseca, a la que Univision tuvo acceso como parte de la investigación global liderada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ por su sigla en inglés).

Uno de los mensajes de Mossack Fonseca revela que en 2006 la representante en Perú del bufete panameño, Ycaza, buscó la manera de evitarle el pago de impuestos por su salario al matrimonio, mediante el uso de una tarjeta de débito.

“Qué posibilidad hay de entregar una tarjeta de débito por $3,500 mensuales a la Sra. Frances Crousillat y otra por $5,000 mensuales al Sr. Nicolás Lúcar, de modo que ellos no tengan que declarar (y tributar) sobre esos sueldos aquí en Lima”, preguntó Ycaza a otra funcionaria de la firma legal en Panamá, el 16 de junio de 2006.

En 2006, Mónica de Ycaza, la presentante de Mossack Fonseca en Perú, hizo una consulta interna para ver si era posible entregar dos tarjetas de débito a Nicolás Lúcar y Frances Crousillat.

Lúcar confirmó a Univision que solicitó los servicios de la firma legal para constituir una empresa offshore que produjera contenidos para el mercado internacional.

Al teléfono, el periodista peruano negó tajantamente haber recibido la tarjeta de débito de Mossack Fonseca. Los documentos confidenciales del bufete panameño no mostraron si la entrega de las mismas se concretó.

“Alguna vez se trató de hacer una compañía para hacer producción internacional. Ibamos a producir, pero en realidad nunca operó, nunca funcionó efectivamente”, explicó este lunes el periodista desde Perú.

“La empresa debe haber muerto. Me imagino. Supongo, porque no ha tenido ninguna actividad desde hace años. Pero era una operación absolutamente legal, ahí no había cuentas secretas, los negocios eran con territorios legales, como los Estados Unidos. Todo era declarado, se pagaban impuestos en todos lados, no había absolutamente nada que no fuese transparente”, enfatizó.

Una pareja conocida en Perú

Lúcar y Crousillat son dos apellidos conocidos en los medios peruanos. Nicolás Lúcar es conductor del dominical "Punto Final", en el que entrevista desde candidatos presidenciales hasta congresistas y funcionarios públicos. Lleva años en el periodismo. Sin embargo, los peruanos que vivieron la caída del gobierno del apresado expresidente Alberto Fujimori (1990-2000) y la estela de corrupción que se reveló después, no olvidan un episodio de su carrera.

El 8 de enero de 2001, Lúcar presentó en su programa de entonces, "Tiempo Nuevo", a un supuesto guardaespaldas de Vladimiro Montesinos, el exjefe de espías de Fujimori. El hombre acusó al gobernante de la transición Valentín Paniagua de haber recibido dinero de un testaferro de Montesinos.

Indignado, el mandatario llamó mientras el programa estaba al aire y desmintió una primicia que resultó ser falsa. El programa era transmitido por América Televisión, propiedad del suegro de Lúcar, José Crousillat, quien purgó años de cárcel tras haber recibido fajos de billetes de manos de Montesinos a cambio de vender la línea editorial de la estación.

Tras el encontronazo con el expresidente Paniagua, Lúcar se alejó de los medios. Regresó años después y su esposa, al mando de Tafi Producciones, comenzó a desarrollar nuevos proyectos, como el programa "Señora León".

El talk show prometía jugosas ganancias: por el orden de los 800,000 dólares en su primer año, según un documento que presentó el matrimonio a Mossack Fonseca.

La firma offshore Chester Investments Assets encargó a la empresa peruana Tafi Producciones la realización del show “Señora León”.

“Frecuencia Latina Internacional tiene instrucciones de depositar todos los ingresos por las ventas del programa SENORA LEON en la cuenta de CHESTER en CREDICORPBANK)”, escribió Lúcar en un correo fechado el 25 de mayo de 2006.

Pero, el show no logró una buena sintonía y salió del aire casi dos meses después.

Pagos por asesorías financieras

Pese a que Lúcar asegura que la empresa nunca operó, Chester Investments Assets se encargó de pagar los honorarios de León y los gastos de producción del programa. Lúcar recalcó que todo estuvo en orden. “Sus impuestos (de la actriz) en el Perú se pagaron, por sus servicios prestados acá. No hubo ningún caso de evasión tributaria ni mucho menos”, afirmó este lunes.

Sin embargo, la sociedad también pagó por servicios no relacionados con la televisión. Aunque Lúcar afirma que no ha tenido ninguna actividad desde hace años, los documentos confidenciales muestran que laoffshore transfirió en abril de 2011 la suma de 20,000 dólares a la cuenta de la representante de Mossack Fonseca, Mónica de Ycaza, en el Helm Bank de Miami, Florida, por concepto de asesoría financiera.

La offshore transfirió en abril de 2011 la suma de 20,000 dólares a la cuenta de Mónica de Ycaza, la representante de Mossack Fonseca en Perú, en el Helm Bank de Miami, Florida, por concepto de asesoría financiera.

Los mensajes no dejan claro qué tipo de asesoría brindó Ycaza a la pareja. Sobre ese pago, Lucar respondió: “Tendría que consultar con el contador si eso ocurrió alguna vez, pero no, o sea, lo que se contrata son los servicios de Mossack como compañía”.

También por “asesorías financieras y tributarias”, en julio de 2006 Chester Investments Assets había enviado $15,000 –la mitad de un trato por $30,000– a Urpi Properties, una empresa de papel domiciliada en las Islas Vírgenes Británicas, propiedad de los hermanos Edgardo y Mauricio Muñoz-Nájar Bustamante.

Este último fue un alto funcionario de la Superintendencia Nacional de la Administración Tributaria (Sunat) de Perú durante el gobierno de Fujimori. Una investigación del medio digital peruano Ojo Público encontró que Muñoz-Nájar fue un aliado clave de Mossack Fonseca para abrir sociedades extraterritoriales a sus clientes en el país sudamericano.

“No sabía que existía Urpi Propiedades. No tengo idea de qué es Urpi Propiedades. Sé quien es Mauricio Muñoz-Nájar. Es una persona súper conocida, yo conozco a su hermano por otra razón más personal. Él se dedica completamente a otra cosa”, aseguró Lúcar en la conversación de este lunes.

Además, en julio de 2006, la sociedad de Lúcar y su esposa aprobó el pago de $26,000 por la compra de un inmueble en Perú a la empresa Grupo RL SAC, según los registros a los que tuvo acceso Univision.

El 2 de septiembre de 2011, Mossack Fonseca designó a Jorge Arturo Nicolás Lúcar de la Portilla como director de Chester Investments Assets. Ocho días después, el periodista pidió cerrar la cuenta de la empresa en el banco Credicorp en Panamá y enviar el saldo existente a una cuenta en el Helm Bank en Miami, Florida.

Estos son los últimos movimientos de la empresa que constan en los documentos filtrados de Mossack Fonseca.

Este lunes, las autoridades tributarias peruanas intervinieron la oficina de Mossack Fonseca en Lima, en busca de documentos que ayuden en la investigación sobre las actividades del bufete, luego de las revelaciones hechas por ICIJ.

La ley de Perú no prohíbe ni sanciona la tenencia de empresas offshore, explica el abogado constitucionalista peruano Natale Amprimo.

“Si esas empresas tienen algun tipo de rentabilidad, esa rentabilidad debe ser declarada”, dijo Amprimo a Univision. “Si la empresa offshore realiza una operacion que en Perú está gravada de fuente mundial, ésta debe ser declarada y debería tributar en el Perú”, agregó.

“Utilizar una empresa que esté en un paraíso fiscal no es ninguna infracción ni constituye ningún tipo de presunción de evasión. Las autoridades peruanas en su momento, seguramente, van a requerir a estas personas que expliquen el funcionamiento de estas empresas y acrediten el pago de los tributos respectivos”, acotó el abogado.